6.4.06

LA MASIFICACIÓN PROVOCA MUERTES MASIVAS


El día dos de febrero, se hundió un gran trasatlántico, con más de 1500 pasajeros y tripulantes, en el Mar Rojo (“un millar de muertos”). Al siguiente día, en un estadio de Filipinas, mueren aplastados, casi un centenar de espectadores, por cuanto algún incalificable, promueve el pánico, por el anuncio de que “han colocado una bomba”: algunos espectadores llevaban dos días haciendo cola y como suele ocurrir, había muchísimos más esperando entrar, que cabían en ese estadio, sólo capaz para 30.000.

En barco hundido se dijo que en casi su totalidad, eran peregrinos que regresaban de La Meca. La sociedad actual, se ha estructurado, de forma que las gentes y por los motivos que sean, "se mueven en masas"... en mayoría, son, algo así, cómo los pingüinos, u otros animales, que al parecer, "no pueden vivir, si no es apretujándose". Con la diferencia que los animales, lo hacen por necesidad de supervivencia y que su instinto les marca… en el caso del ser humano, es inexplicable; al menos para mí y pienso que para muchos otros, los que huimos de cualquier multitud “sea para lo que sea”, sabedores o que intuimos que de allí no puede salir nada bueno; puesto que las multitudes humanas… “suelen estallar por sí mismas y sin saber por qué ni en que momento”; por tanto lo cuerdo es huir de ellas siempre.

Por todo ello, ocurren esas catástrofes con tanta frecuencia; puesto que imaginemos por un instante... "los millones de seres humanos, que por los motivos que sean, se reúnen o están, apretujados en miles de espectáculos masivos. O sobre un avión, tren, carretera, barco etc." y en este mismo momento que lee estas reflexiones... simplemente por un mínimo cálculo de posibilidades... opino yo; que poco pasa para el riesgo latente de esa porción del mundo, que está siempre en ese riesgo y movimiento continuo, unos (es cierto) por necesidad, pero infinidad de ellos sin que les apremie esa necesidad.

Pensemos que sólo el automóvil y en Europa... "se lleva, dicen que alrededor de “cien mil vidas cada año”... "aumentemos lo heridos, parapléjicos, lisiados etc."

No le demos mucha importancia, puesto que somos impotentes y por otra parte... "son las pestes modernas"... "antes eran otras" (“cada época humana, tiene sus plagas”); lo que inteligentemente, debe hacer cada cual, es procurar evitar los riesgos innecesarios... y en este caso... "ir a orar en La Meca (o Roma, o tierra santa u otros lugares sagrados y del inmenso Oriente), o hacerlo en casa de uno... yo creo que a Dios, le da lo mismo si de verdad se ora y practican las verdaderas enseñanzas de convivencia, ayuda y respeto al prójimo, que toda buena religión predica… y no hablemos de los espectáculos masivos, convocados por los absurdos ídolos de hoy.

Pero, refiriéndome concretamente a los santos lugares musulmanes; en Arabia... casi todos los años, ocurren masacres de gran importancia, en las fechas en que allí acuden "a millones", sencillamente por que no es posible prevenir lo que puede ocurrir por múltiples motivos. Pero estos creyentes van cumpliendo, eso sí... el mandamiento de su libro sagrado... Y por lo visto, quienes dirigen esa religión, no saben o no pueden dosificar esas llegadas, repartiéndolas o regulándolas, de formas más controlables. Pues nos enteramos de lo que ocurre allí por la prensa, pero... como ha ocurrido con el barco en el Mar Rojo... ¿cuántos y por múltiples accidentes, se quedan en el camino de ida o vuelta?: eso nunca se sabe, pero seguro que en conjunto la cantidad, nos asombraría.

En cuanto a Occidente y en la mal denominada “sociedad opulenta”; millones y millones que en ella trabajan, luchando “a brazo partido” y viviendo ya casi como lo hacen las abejas o las hormigas… cuando llega el descanso semanal, suelen salir, en estampidas de millones y millones de automóviles, buscando algo que es instintivo aunque ellos consideren otra cosa… son los espacios abiertos, el aire puro, la naturaleza en fin, de la que se apartaron por los motivos que sean… y tristemente, millones de inmigrantes de otros países donde lo que les sobra es ello mismo, vienen aquí, en busca de esa quimera, cual es “esa sociedad o civilización opulenta”… pero que decae a una velocidad que la mayoría o no la ven, o peor aún… no la quiere ver… pero como antes dije, “son las pestes modernas y con las que hay que vivir”… ¿pues qué remedio y a corto plazo podemos esperar?... ninguno.



Antonio García Fuentes
(Escritor y Filósofo)
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