No se sabe (“los políticos son imprevisibles”) el por qué y el cómo… “se han sacado de “la tetera” el que este viejo territorio sea o haya sido nunca nacionalista”. De lo mucho que he leído sobre la historia de mi tierra, es todo lo contrario… “aquí nunca hemos pretendido conquistar a nadie… se han conquistado ellos solos y haciéndose andaluces, desde tiempos en que ni se escribía la historia”. Es tan rica y hospitalaria esta tierra, que aquí “han cabido todos” y algunos (“insensatos”) han creído o creyeron “conquistarnos”; cuando fueron ellos los conquistados. “Aquí hasta bebieron vino los árabes y lo cantaron sus poetas, pese a la prohibición de Mahoma”. Es claro que por ello mismo o quizá “a todo ello”, aquella civilización que se dice “árabe; no lo fue tanto” (¿Aquí no había nada amasado y desde los tiempos de “Argantonio”? “Época en que ya se prestaba plata a los griegos”?)…Y es aquí donde llega a su máximo esplendor. La gran fuerza andaluza es otra, mucho más sutil e inteligente… “quizá por ello mismo el español que se habla en gran parte de América, lleva tintes andaluces”. Y “últimamente”, hasta grandes cantidades (millones) de “húmedos europeos”, vienen a recibir “sus últimos rayos del padre Sol”, aquí en esta bendita tierra, que los acoge y mantiene hasta que aquí mueren la mayoría de ellos… y por cuanto así lo han decidido… ¿Cabe más categoría o “ciudadanía” del mundo?
Es claro, pues es historia… que debido a algunos de sus “invasores” (que no conquistadores, pues reitero “el alma andaluza” no es conquistable) En Sevilla, se estableció la capital de un Imperio, cuyos territorios cubrían desde el río Ebro en el norte, hasta el Senegal en el sur y que como testimonio de ello, aún quedan “las tres giraldas”, la de Sevilla, la de Rabat y la de Marrakech. La primera de ellas fue elegida por “el emperador” para su coronación y Sevilla como capital “imperial”… pero de aquello hace muchos siglos ya y los andaluces, lo recordamos, cómo cuando “Julio César” estuvo por aquí, conquistando tierras y también… “toreando o corriendo los ya famosos toros ibéricos, que igualmente corrieron y torearon los musulmanes”, del también “Imperio” o Califato Cordobés. Son “simples hechos” de los infinitos, ocurridos en este Sur peninsular, que es por donde entran las civilizaciones que luego van a civilizar los “otros territorios del norte y del norte de los pirineos”.
También es histórico el que en “este solar andaluz” (más o menos) hubo antes de que Castilla “lo conquistara” y disuelto El Califato… nada menos que cuatro reinos. El de Sevilla, el de Córdoba, el de Jaén… y el de Granada, siendo precisamente desde el de Jaén, donde parte el monarca para “ampliar” y fundar nueva dinastía, en aquel floreciente reino granadino, que hoy vemos lejano, pero que en su tiempo… era de los más importantes y ricos de toda Europa; “quizá no por otra cosa” aguantó casi tres siglos, hasta que por “luchas intestinas” más que por otra cosa, fue “disuelto” y entregado por pacto, a los invictos reyes católicos, que recibieron a Granada… “precisamente hecha una granada”.
Son “cosas de la historia”… pero aquí quedaron y quedamos los andaluces, que en maravillosa mezcolanza… “tanto han dado al mundo” y quizá por ello el escudo de Andalucía lleva esa “sentencia”… “Andalucía por si para Iberia y la Humanidad; luego lo de Iberia se matizó y se puso más categórico el nombre de ESPAÑA”; y en el mismo figura un joven y fuerte Hércules (o Heracles) las dos míticas columnas y dos melenudos leones, a los que esa “fuerza” parece pasear como gatos… o sea todo un símbolo del nacionalismo y el separatismo andaluces”.
Nunca hemos mendigado nada… los verdaderos andaluces; hemos sabido vivir y vivir bien, contemplando a nuestros muchos administradores, propios y extraños… “y contemplándolos con esa sabiduría salpicada de socarronería o cachondeo andaluz, que mal interpretado por quienes no nos conocen, creen (ilusos) que nos infravalora”; cuando aquí el auténtico andaluz hemos sabido vivir bien y con esa dignidad que honra a los verdaderos ciudadanos del mundo… que superadas “banderas y banderías”, inteligentemente sólo aspiran a vivir y dejar vivir.
Es claro que y debido a los malísimos gobiernos que como plagas, “han caído” sobre esta rica región (la más rica y mejor situada de las de toda España) muchos, de sus habitantes se tuvieron que ir de aquí y tristemente se siguen yendo… pero eso no es culpa de los verdaderos andaluces… los verdaderos, sabemos “echar raíces” y seguir aquí, viendo pasar a esos malísimos gobiernos, en espera de que lleguen los que verdaderamente merece esta gran región… “que al parecer no tiene prisa… sabe que el tiempo es eterno y que el individuo es superior a la masa y por ello resiste y perdura, seguirá renaciendo con igual fuerza y por los siglos de los siglos”. Esa es la esencia de lo andaluz verdadero.
Por ello y “desde estas azoteas de la filosofía”… sonreímos con conmiseración, viendo a tanto “enano” nacionalista, separatista… en el fondo, “pobres colonialistas”, tocados “de muerte” por la avaricia humana y el ansia de poder que los destruye.
Es claro, pues es historia… que debido a algunos de sus “invasores” (que no conquistadores, pues reitero “el alma andaluza” no es conquistable) En Sevilla, se estableció la capital de un Imperio, cuyos territorios cubrían desde el río Ebro en el norte, hasta el Senegal en el sur y que como testimonio de ello, aún quedan “las tres giraldas”, la de Sevilla, la de Rabat y la de Marrakech. La primera de ellas fue elegida por “el emperador” para su coronación y Sevilla como capital “imperial”… pero de aquello hace muchos siglos ya y los andaluces, lo recordamos, cómo cuando “Julio César” estuvo por aquí, conquistando tierras y también… “toreando o corriendo los ya famosos toros ibéricos, que igualmente corrieron y torearon los musulmanes”, del también “Imperio” o Califato Cordobés. Son “simples hechos” de los infinitos, ocurridos en este Sur peninsular, que es por donde entran las civilizaciones que luego van a civilizar los “otros territorios del norte y del norte de los pirineos”.
También es histórico el que en “este solar andaluz” (más o menos) hubo antes de que Castilla “lo conquistara” y disuelto El Califato… nada menos que cuatro reinos. El de Sevilla, el de Córdoba, el de Jaén… y el de Granada, siendo precisamente desde el de Jaén, donde parte el monarca para “ampliar” y fundar nueva dinastía, en aquel floreciente reino granadino, que hoy vemos lejano, pero que en su tiempo… era de los más importantes y ricos de toda Europa; “quizá no por otra cosa” aguantó casi tres siglos, hasta que por “luchas intestinas” más que por otra cosa, fue “disuelto” y entregado por pacto, a los invictos reyes católicos, que recibieron a Granada… “precisamente hecha una granada”.
Son “cosas de la historia”… pero aquí quedaron y quedamos los andaluces, que en maravillosa mezcolanza… “tanto han dado al mundo” y quizá por ello el escudo de Andalucía lleva esa “sentencia”… “Andalucía por si para Iberia y la Humanidad; luego lo de Iberia se matizó y se puso más categórico el nombre de ESPAÑA”; y en el mismo figura un joven y fuerte Hércules (o Heracles) las dos míticas columnas y dos melenudos leones, a los que esa “fuerza” parece pasear como gatos… o sea todo un símbolo del nacionalismo y el separatismo andaluces”.
Nunca hemos mendigado nada… los verdaderos andaluces; hemos sabido vivir y vivir bien, contemplando a nuestros muchos administradores, propios y extraños… “y contemplándolos con esa sabiduría salpicada de socarronería o cachondeo andaluz, que mal interpretado por quienes no nos conocen, creen (ilusos) que nos infravalora”; cuando aquí el auténtico andaluz hemos sabido vivir bien y con esa dignidad que honra a los verdaderos ciudadanos del mundo… que superadas “banderas y banderías”, inteligentemente sólo aspiran a vivir y dejar vivir.
Es claro que y debido a los malísimos gobiernos que como plagas, “han caído” sobre esta rica región (la más rica y mejor situada de las de toda España) muchos, de sus habitantes se tuvieron que ir de aquí y tristemente se siguen yendo… pero eso no es culpa de los verdaderos andaluces… los verdaderos, sabemos “echar raíces” y seguir aquí, viendo pasar a esos malísimos gobiernos, en espera de que lleguen los que verdaderamente merece esta gran región… “que al parecer no tiene prisa… sabe que el tiempo es eterno y que el individuo es superior a la masa y por ello resiste y perdura, seguirá renaciendo con igual fuerza y por los siglos de los siglos”. Esa es la esencia de lo andaluz verdadero.
Por ello y “desde estas azoteas de la filosofía”… sonreímos con conmiseración, viendo a tanto “enano” nacionalista, separatista… en el fondo, “pobres colonialistas”, tocados “de muerte” por la avaricia humana y el ansia de poder que los destruye.
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