15.6.06

¿DEPORTE… QUÉ DEPORTE?


Cuando esto escribo, una serie de “deportistas” y bajo incitación de “técnicos”; mantenían “un banco de sangre, debidamente preparada”, para serles inyectada en los momentos oportunos, para que su organismo rindiera al máximo posible. Se ha publicado que principalmente son ciclistas, pero la investigación sigue y ya sabremos a “cuantos gremios afecta”. De hecho han metido en la cárcel a un médico y el proceso sigue, puesto que al parecer, es de bastante envergadura y sobre el mismo se mueven enormes cantidades de dinero (“siempre el maldito dinero”).

No hace mucho (algunas semanas) y en una competición pedestre; un competidor, gana una carrera y marca un nuevo record… ¡¡De uno o dos segundos!! (creo recordar) y por ese hecho, para el cual han tenido que pasar “no se cuantos años”… el individuo se cree “un dios” y los miles y miles de espectadores… gritan como energúmenos, se levantan y agitan convulsivamente; y se muestran llenos de una euforia, que no se entiende… al menos yo no las entiendo en absoluto, puesto que se repite; en esos monstruosos “nuevos estadios”; con una frecuencia que asombra… ¿Puesto qué… qué es lo que aportan esos hechos para una mejora de la humanidad?... ¡Nada, absolutamente nada… sólo el moderno “opio” para entretener a las masas en algo sin valor, para ellas mismas!. Pero sí muy valioso para los que gobiernan y los acumuladores insaciables de dinero, que siempre aportan “las masas”.

DEPORTE: Según el diccionario de la RAE, es. Actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas. Que en cierta manera (“no toda”) refleja lo que los sabios griegos asignaron a este “juego humano” y el que; sobre la base de “cuerpo sano en mente sana” (es la mente la que dirige al cuerpo)… pretendieron, derivar los instintos de guerra y lucha, en unos ejercicios gimnásticos para que con ellos… “el hombre eliminara sus instintos animalizados”. No lo consiguieron y a la vista está hoy, el bochornoso espectáculo que presentan la inmensa mayoría de los denominados deportes; dónde el individuo que llega a ciertas “alturas” (y lo de altura es un decir); es capaz de realizar lo que sea, por llegar a ser el primero… y mantenerse en ese puesto, aunque para ello se tenga que jugar la propia dignidad, o incluso… la vida.

De risa o de pena… “puesto que hay que analizarlo a fondo”.

¿Pero esto es nuevo en el mundo? No; “el mundo y el hombre hemos cambiado poco a lo largo de “milenios”. Veamos un resumen histórico de lo que afecta al “deporte y los espectáculos públicos y masivos, que para entretener a la chusma o plebe, se empleaba en Roma y resto de su imperio”.

“El Coliseo que podía contener a 60.000 espectadores. El Gran Circo, de 600 metros por 200. Los principales juegos, eran las carreras de carros o de caballos. Bajo los Flavios llegaron a celebrarse hasta ciento en una sola jornada, cubriendo cada una la distancia obligatoria de cinco vueltas a la pista, es decir un total de… ¡284 kilómetros! Los ídolos lograban hacerse con una inmensa reputación y fortunas, en particular los “miliaril” o vencedores de mil pruebas. El auriga Diocles, unas 5000 veces victorioso, se retira hacia el año 150 con una fortuna de 35 millones de sestercios (“un fortunón para la época”). Figuras “menores” fueron recogidas en la historia: Las apuestas eran muy elevadas en cada prueba. A los juegos ecuestres, el circo añadía los juegos atléticos o gimnásticos; los combates de fieras, en los que con demasiada frecuencia intervenían hombres. Tres grandes teatros, sumaban otras 60.000 plazas para espectadores (hablo sólo de Roma, pero “en provincias” se seguía lo que la capital “marcaba”). Si bien se daban espectáculos teatrales, de música y danza (en decadencia todo ello)… la chusma o plebe, enardecida y aburrida… gritaba, agitada y puesta en pie… “¡Las bestias! ¡Los pugilistas! Entre las distracciones favoritas estaban los gladiadores y sus luchas cuerpo a cuerpo y casi siempre a muerte; y de lo que podría relatar hechos concretos, pero mejor dejarlos por lo repugnante de algunos de ellos. ¿La delincuencia y miseria?... similar a las de hoy, pero ello sería motivo de otro artículo.

¿Aceptarían “algo” de ello hoy… las masas (hastiadas o aburridas), e incluso “las clases superiores en dinero”?... No sé, pero se aceptan las luchas de boxeo y lucha libre (donde llegan a morir hombres, o quedan “noqueados/sonados de por vida”) y donde muchos enardecidos gritan… ¡Mátalo, mátalo! Los toros en sus múltiples y sangrientas variedades. Las luchas de perros y de gallos, donde corre la sangre y mueren los que intervienen y pierden… y ¿cuanto más, que se sepa o esté oculto?

Pretender detener al ya… “diluvio mal llamado deporte”… hoy es imposible; pero sí que sería conveniente, el que los padres y maestros de escuela, enseñaran a sus hijos o educandos, que… “la carrera deportiva en un infierno (que poco o nada aporta a la vida del hombre)… y el que llega al final (“millones quedan en el camino, derrotados o angustiados”)… normalmente y tras las efímeras glorias; “vivirá sus propios infiernos”… puesto que, desaparecidos de esos falsos pedestales… son muy pocos los que asumirán, “el destierro forzoso”… y sus realidades… se ven de vez en cuando… si bien, la mayoría siguen ocultas.


Antonio García Fuentes
(Escritor y Filósofo)
www.jaen.ciudad.org (en ella más temas)


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