En mi ya “largo caminar” y en mi época de agente de ventas, viajante, representante, “o como quieran llamarlo ahora” (“las cosas son las mismas pero las cambian de nombre”); trabajé (siempre a comisión) con multinacionales. De todas aprendí bastante, pero en una alemana y en las “clases aceleradas que nos daban en Madrid”, explicando sus productos y a quienes iban dirigidos; afirmaba aquel ejecutivo alemán… “nosotros fabricamos para una franja de consumidores que partiendo del centro, avanza hacia los extremos económicos, puesto que consideramos que en un mundo avanzado… los ricos y los pobres serán menos; y mucho más abundantes, las clases medias”. ¡Eran los felices años sesenta del pasado siglo! Han transcurrido más de cuarenta años… ¿cómo va el mundo?... pues ya lo estamos viendo y padeciendo… cambió totalmente de rumbo; y en el planeta, hoy; son mucho más abundantes tanto los pobres como los ricos… los primeros inmensamente más y los segundos, puede que menos que entonces, pero… mucho más ricos, por cuanto se afirma que pocos cientos de ricos, se reparten las riquezas del mundo.
Por tanto aquel ejecutivo, que era portavoz de una muy organizada empresa y cuyos fines eran “bastante nobles”; se equivocó, lo equivocaron, o las directrices han cambiado; puesto que la empresa sigue existiendo y fabrica, hoy también (y sin olvidar a las clases medias) “gamas altas, para el alto poder adquisitivo”… “son los tiempos y hay que adaptarse al mercado, pues el dinero es el dinero y no importa de qué capas proceda”.
Sonrío con cierta tristeza al recordar aquella época y otras anteriores y cuando existía la denominada “España de la alpargata y el pan y aceite” (a veces no hubo ni pan)… y de la que se pasó (“en tiempos de Franco y hay que decirlo, aunque hoy ello sea pecado”) al calzado de piel, el coche utilitario, las vacaciones pagadas de treinta días, la vivienda de protección oficial… comer caliente todos los días; y tener para cerveza, gambas, viajes y “el no va más”; que ni soñamos sólo unos lustros antes; sobre todo, los que fuimos “las más castigadas” víctimas de aquella inútil guerra civil, tramada y ejecutada por inútiles gobernantes… “que en paz descansen…amén”… Y pese a que algunos perversos quieren resucitar “aquello”.
Sí, sonrío “de oreja a oreja”, al leer cuanto sigue y que copio literalmente:
“Ricos que gobiernan a pobres (grandes titulares): Castro y Obiang, entre los diez jefes políticos más adinerados del mundo, según Forbes” (titulares medianos; y sigue en tipos normales): “Para sorpresa de muchos, el presidente de Cuba, Fidel Castro, y el de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, ocupan el séptimo y octavo puesto de la lista que elabora cada año la revista Forbes con los nombres de los diez líderes políticos más ricos del mundo”: Abdulá: rey de Arabia, 16.800 millones de euros (se da en euros y no en dólares); Ají: Sultan de Brunei, 16.000; Jalifa Presidente de los Emiratos Árabes Unidos, 15.200; Mohamad: Emir de Dubai, 11.200 (“Alá es Grande y permite a sus fieles ser los más poderosos en dinero, de este pobre mundo, mientras de los países islámicos pobres, o empobrecidos por tiranos absolutistas… huyen en masa, el resto de creyentes, en busca “del bienestar cristiano” (no somos nada). Los seis restantes hasta “la famosa decena”, son; aparte de los citados (socialistas y comunistas: hay que reír a mandíbula batiente, viendo lo que poseen y como viven los guineanos y los cubanos)… “cuatro pobrecitos europeos, entre los que se encuentra, la menos rica, Reina de Inglaterra y “demás territorios imperiales”, Isabel II, que sólo tiene 400 millones de euros (menos que Obiang (480 millones), que los “ha juntado en pocos años y menos que Fidel (720 millones), que tampoco ha necesitado muchos años para hacer fortunón): Alberto de Mónaco, que también acumula más que la citada reina, puesto que se afirma tiene 800 millones (¿Cómo de tan minúsculo país se puede obtener tanto rendimiento?: misterio) La “pobre” reina de Holanda (Beatriz) que sólo posee “la mísera cantidad” de 215 millones y otra gran sorpresa: otro “mini rey (Hans II), de otro mini Estado” (Liechtenstein) el que tampoco me explico, de dónde y como ha acumulado esa “gran fortunita” de 3.200 millones.
Pero ésta lista no está completa, faltan los magnates (“o mangantes”) de imperios “sin corona” y que sabemos; son inmensamente ricos… quizá, sus riquezas, “las tienen diluidas en miles de empresas y docenas de paraísos fiscales, donde la curiosidad periodística no tiene entrada”… “pero haberlos háilos”… Seguro… y; “a los pies de Dios”… como jurábamos de niños… “sin imaginar, siquiera, lo que íbamos a ver cuando fuéramos grandes”.
PITÁGORAS: Lo dijo hace dos mil quinientos años: “No aspiréis jamás a la vanidad de ser ricos; contribuiríais a que hubiese más pobres”… Inútil prédica en éste pobre mundo; hoy más materializado que nunca… ¿Quién se acuerda de éste Maestro; o de Cristo?.
Por tanto aquel ejecutivo, que era portavoz de una muy organizada empresa y cuyos fines eran “bastante nobles”; se equivocó, lo equivocaron, o las directrices han cambiado; puesto que la empresa sigue existiendo y fabrica, hoy también (y sin olvidar a las clases medias) “gamas altas, para el alto poder adquisitivo”… “son los tiempos y hay que adaptarse al mercado, pues el dinero es el dinero y no importa de qué capas proceda”.
Sonrío con cierta tristeza al recordar aquella época y otras anteriores y cuando existía la denominada “España de la alpargata y el pan y aceite” (a veces no hubo ni pan)… y de la que se pasó (“en tiempos de Franco y hay que decirlo, aunque hoy ello sea pecado”) al calzado de piel, el coche utilitario, las vacaciones pagadas de treinta días, la vivienda de protección oficial… comer caliente todos los días; y tener para cerveza, gambas, viajes y “el no va más”; que ni soñamos sólo unos lustros antes; sobre todo, los que fuimos “las más castigadas” víctimas de aquella inútil guerra civil, tramada y ejecutada por inútiles gobernantes… “que en paz descansen…amén”… Y pese a que algunos perversos quieren resucitar “aquello”.
Sí, sonrío “de oreja a oreja”, al leer cuanto sigue y que copio literalmente:
“Ricos que gobiernan a pobres (grandes titulares): Castro y Obiang, entre los diez jefes políticos más adinerados del mundo, según Forbes” (titulares medianos; y sigue en tipos normales): “Para sorpresa de muchos, el presidente de Cuba, Fidel Castro, y el de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, ocupan el séptimo y octavo puesto de la lista que elabora cada año la revista Forbes con los nombres de los diez líderes políticos más ricos del mundo”: Abdulá: rey de Arabia, 16.800 millones de euros (se da en euros y no en dólares); Ají: Sultan de Brunei, 16.000; Jalifa Presidente de los Emiratos Árabes Unidos, 15.200; Mohamad: Emir de Dubai, 11.200 (“Alá es Grande y permite a sus fieles ser los más poderosos en dinero, de este pobre mundo, mientras de los países islámicos pobres, o empobrecidos por tiranos absolutistas… huyen en masa, el resto de creyentes, en busca “del bienestar cristiano” (no somos nada). Los seis restantes hasta “la famosa decena”, son; aparte de los citados (socialistas y comunistas: hay que reír a mandíbula batiente, viendo lo que poseen y como viven los guineanos y los cubanos)… “cuatro pobrecitos europeos, entre los que se encuentra, la menos rica, Reina de Inglaterra y “demás territorios imperiales”, Isabel II, que sólo tiene 400 millones de euros (menos que Obiang (480 millones), que los “ha juntado en pocos años y menos que Fidel (720 millones), que tampoco ha necesitado muchos años para hacer fortunón): Alberto de Mónaco, que también acumula más que la citada reina, puesto que se afirma tiene 800 millones (¿Cómo de tan minúsculo país se puede obtener tanto rendimiento?: misterio) La “pobre” reina de Holanda (Beatriz) que sólo posee “la mísera cantidad” de 215 millones y otra gran sorpresa: otro “mini rey (Hans II), de otro mini Estado” (Liechtenstein) el que tampoco me explico, de dónde y como ha acumulado esa “gran fortunita” de 3.200 millones.
Pero ésta lista no está completa, faltan los magnates (“o mangantes”) de imperios “sin corona” y que sabemos; son inmensamente ricos… quizá, sus riquezas, “las tienen diluidas en miles de empresas y docenas de paraísos fiscales, donde la curiosidad periodística no tiene entrada”… “pero haberlos háilos”… Seguro… y; “a los pies de Dios”… como jurábamos de niños… “sin imaginar, siquiera, lo que íbamos a ver cuando fuéramos grandes”.
PITÁGORAS: Lo dijo hace dos mil quinientos años: “No aspiréis jamás a la vanidad de ser ricos; contribuiríais a que hubiese más pobres”… Inútil prédica en éste pobre mundo; hoy más materializado que nunca… ¿Quién se acuerda de éste Maestro; o de Cristo?.
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