26.8.08

Artículo de AGF para publicar y difundir: Gracias

EL HOMBRE QUE NO QUISO SER REY

 

            El poder es la droga que más destruye al ser humano, sea hombre o mujer… es el veneno destructor de todo lo que toca y así hasta acabar con el individuo. Es por lo que y en general, todos los sistemas políticos terminan destruyéndose y tristemente los heredan otros, que en absoluto… aprenden de las lecciones del pasado; y a una de ellas me refiero hoy; puesto que es una de las grandes lecciones de la historia del hombre.

            Fue elegido para desempeñar todos los cargos que ocupó; no quiso cobrar nunca nada por sus trabajos; renunció incluso a un tercer mandato supremo "y a la corona de rey, que se le ofreció"… y se retiró a su casa a vivir el resto de su vida en la paz del campo… no tuvo una educación académica. Apenas frecuentó la escuela local. Era campesino y sí que aprendió a administrar la propiedad familiar; lo que le sirvió para luego saber administrar todo lo demás, con la entrega y honradez que le caracterizaron… fue y es por ello un hombre, que recordará la historia mientras esta se escriba. Su nación, le honró, honra y honrará mientras exista, e incluso su capital, lleva el nombre de su apellido y esta ha llegado a ser "capital del mundo y del imperio que tras él fue creado"… cosa que él no previno, era más modesto, sin por ello dejar de reconocer la grandeza de su patria.

            Fue George Washington; primer presidente de la república de la "UNIÖN" (como no se cansó de repetir y recomendar) de los Estados Unidos de Norteamérica. Y supo inculcar tal unión y patriotismo en su pueblo, que aún hoy y pese a todo lo ocurrido; cada estadounidense tiene en su casa, una bandera de "La Unión", que guarda como la reliquia que es… y cuando suena su himno nacional, respetuosamente se recogen en sí y aprietan su mano contra el pecho, significando el sentimiento patrio, que ya en pocos lugares existe… Todas esas semillas, partieron de "éste padre fundador de un gran Estado"… que curiosamente, lo conforman gran cantidad de otros, federados.

            Podría decir mucho más de este hombre insigne; pero me limitaré a recordar algunos párrafos de su "discurso de despedida"; a toda la nación americana. El que quiera saber más, que busque bibliografías y léanlas… sobre todo estos malos políticos que nos manejan (gobernar es otra cosa mucho más sublime) en la actualidad.

            "Amáis la unidad del Gobierno que os integra en un solo pueblo; y la amáis justamente, pues es el principal pilar del edificio de vuestra independencia real, el sostén de la tranquilidad nacional y de la paz exterior, de vuestra seguridad, de vuestra prosperidad, y de esa libertad que tanto apreciáis. – Es de vital importancia que estiméis el valor inmenso de vuestra unión nacional para vuestra felicidad individual y colectiva. – De la unión se deriva otra ventaja de precio incalculable, y es no estar las provincias expuestas entre sí a disensiones y guerras, lo que sucedería si no hubiera un gobierno central. – Ciertamente, la libertad es poco más que un nombre cuando el gobierno es tan débil que no puede impedir los atentados de las facciones, contener a cada uno de los miembros de la sociedad en los límites señalados por las leyes, y conservar a todos el seguro y tranquilo goce de los derechos de los individuos y de las propiedades. – Existe en diferentes formas en todos los gobiernos (las facciones): más o menos controlado o reprimido, pero en los de forma popular aparece en su auténtica putridez, es su peor enemigo. La dominación alternativa de una facción sobre otra, aumentada por la sed de venganza, normal en la disensión de los partidos, ha perpetrado las más horribles atrocidades, lleva implícito  un terrible despotismo, y conduce finalmente a un despotismo permanente. -  El espíritu partidista siempre busca distraer y debilitar las administraciones públicas. Agita a la comunidad con celos infundados y falsas alarmas, despierta enemistades entre unos y otros, en  ocasiones fomenta disturbios e insurrecciones. Abre las puertas a influencias foráneas y a la corrupción, que encuentra un fácil acceso al propio gobierno a través del los canales de las pasiones partidistas".

            Sólo estos textos, debieran sabérselos de memoria, aquellos que se atreven a manejar a los hombres y sobre todo a los bienes públicos, como administradores; pues son sólo eso… "meros administradores de bienes ajenos", por lo que un mínimo de dignidad les obliga a considerarlos, con mucho más cuidado que sus bienes propios… cosa esta que hoy está muy lejana, de aquellos principios de este gran hombre, figura imperecedera de toda la humanidad… mientras la historia se escriba… amén.

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen.ciudad.org (allí más)

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