COMUNISMO URSS: NIÑOS ABANDONADOS Y OTROS
En ese servicio maravilloso, cual es el periodismo de voz e imagen; en esas obras maestras que son algunos documentales y que es de lo poco bueno que retransmiten las televisiones; veo una de las miserias y despojos, que ha dejado el extinto y fracasado comunismo de la "URSS", que es tanto como decir del comunismo del mundo… lo que aparecen; son imágenes y las voces de los protagonistas; el periodista se limita a callar; y si sabes lo que dicen esos desgraciados es por la traducción escrita que va apareciendo en pantalla y en frases cortas para mayor entender esa gran tragedia. Son niños y niñas de ocho, nueve, diez años en adelante, que se unen en grupos y forman pequeñas "familias"; habitan en las estaciones ferroviarias o del metro; en edificios abandonados o en ruinas, en "madrigueras subterráneas"… van descalzos muchos de ellos. Los pocos que han visitado orfanatos, huyen de ellos por los maltratos y abusos que sufren. De la policía, mejor no hablar, por lo que cuentan, es horrible.
Treinta mil niños y niñas en Moscú… tres millones en todo lo que fuera la denominada "Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)". Los adultos que en las secuencias aparecen y que igualmente son numerosos, no se cuantifican, no se dan datos de estos por otra parte desechos humanos conservados "en alcohol y miseria". Abandonados o huidos (los niños) desarraigados; algunos degenerados; comidos por la mugre y todo tipo de miserias. Los mayores; alguno cuasi piltrafa humana, muestra sus pupas o pústulas horribles, mientras bebe alcohol directamente de la botella… quizá buscando la muerte como liberación. En definitiva, estampas horribles "a todo color" y que hacen sentir piedad, rabia, impotencia y todo lo que el lector quiera y sepa imaginar… surgiendo el grito siempre impotente… ¡¿Porqué?!
Lutero dijo: "el mundo es un inmenso teatro de marionetas, cuyos hilos mueve Dios"… ¡¡Dios mío, digo yo en este momento!!
Estos niños se buscan la vida (los mayores: con la pincelada basta) como pueden. Piden limosna, buscan comida donde pueden, se prostituyen por hambre, frío y necesidad de supervivir; no faltan en "la gran ciudad" los perversos y pervertidos pederastas, que se llevan a niños o niñas y hacen con ellos, "lo que quieren"…"el hambre, decía mi gran abuela… es carrera del infierno".
Algunos echan de menos su casa e incluso recordando a su madre, le hacen poesía y canciones, que cantan entre ellos… otros no sienten nostalgia alguna, tuvieron que huir por malos tratos; o fueron abandonados por familias ya desechas y sumergidas en el alcoholismo, que parece ser la peor enfermedad de los "ruso soviéticos".
Esnifan los vapores de pegamentos celulósicos para drogarse… beben alcohol y se emborrachan, cuando tienen dinero para ello… recogen perros vagabundos, para tener el calor de un amigo… en los terribles inviernos moscovitas, buscan refugio como las ratas y se apiñan, en las oquedades y registros, de las conducciones de agua caliente, que discurren por el subsuelo moscovita… allí se alumbran con bujías de sebo… se ven comidos por la miseria… "algún proxeneta los lleva a su casa; a cambio de una ducha de agua caliente, le hace cosas"… a pesar de todo ríen y cantan; algunos muestran caras radiantes y con ganas de vivir; otros ya se ven marcados por la tristeza, la desesperación prematura y el dolor de vete a saber que enfermedades del cuerpo y del alma… alguno en uno de esos momentos y con los ojos abiertos; dice… "no veo nada me duele mucho la cabeza".
¿Cuándo puedan y si pueden… qué harán… cómo se vengarán de la sociedad que los engendró y los ha tirado a la basura como ratas pestilentes? Pensemos.
En el exterior la gente circula "con normalidad"… están acostumbrados al espectáculo y cada cual va a buscarse "sus rublos"; puesto que para la masa, la situación general es de supervivencia y hay que supervivir, el ruso lo sabe ancestralmente.
En el entorno, escaparates lujosos, en los que incluso se ven limusinas norteamericanas y otros automóviles de lujo. Alumbrados deslumbrantes en la noche moscovita, en la que se ven iluminados, los monumentos y las iglesias o templos. Fuera la impecable guardia de la momia de Lenin, sigue con el ritual para conservar "tan ilustre muerto y que no se olviden las glorias de esos 75 años de todo para el pueblo"… mientras el pueblo, ni pincha ni corta… como nunca ha pinchado ni ha cortado nada, ningún pueblo mal o bien gobernado: "el pueblo siempre obedece".
Aquellos niños sobreviven en las cloacas de esa sociedad opulenta, que ha surgido tras la caída del comunismo… tras él ha surgido otra nueva dinastía de zares, de nobles riquísimos y apegados todos al odiado capitalismo; o sea todo similar a cuando asesinaron a "Los últimos Romanov"… La iglesia cristiano ortodoxa, ha vuelto a sus oropeles, a sus fanfarrias y tramoyas; a sus lujos: han logrado convencer a los nuevos zares, de que ellos son el segundo poder… y si me apuran el primero… el pueblo sigue yendo a las iglesias como en tiempos de los zares… buscan a ese Dios que les tiene abandonados, pero en el que en sus ancestros de "bestias de carga"… confían y van a orarle; de paso y aún sin poder, seguro que deja el óbolo para que el pope viva bien… para consolarlos, les promete la gloria eterna y divina: amén.
¿Qué ha cambiado en Rusia… y si me apuran… qué ha cambiado en gran parte de este pobre planeta?... los marcos, sólo los marcos… en el fondo; poco… muy poco.
Podría extenderme mucho más, podría llenar folios y folios, con lo visto e imaginado a través de ese documental que "me revolvió todas mis tripas", pero tranquilo y sin sentimiento alguno de rebeldía… en este momento tiro los apuntes a la papelera… no escribo hoy más de… "ésto"… ¿para qué?
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
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