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EL DINERO PÚBLICO SU USO Y  ABUSO

 

            Cuenta una historieta chistosa que me contaron hace mucho tiempo; que un fiel creyente, se dirigía al templo y dedicaba "al santo de su devoción" una oración en demanda de bienes y terminaba diciendo… "Dios mío, si yo no te pido nada que tú me des, pero ponme donde halla". Está claro que del resto se encargaría él, procurando afanar todo cuanto pudiese y en beneficio propio.

            Me he acordado al recibir un comunicado que desde Chile, me dirige un lector y en relación a mi artículo: "Sobra dinero: Tranquilidad política; la masa come y duerme"; me dice: "La recaudación es para los gobiernos estatales y municipales un factor relevante en el proceso administrativo, de tal suerte que el control y registro de los ingresos públicos constituye una de sus principales actividades". A lo que le respondo con la rapidez que permiten hoy los medios electrónicos y le  digo. 
Sí... pero tras esa ambigua respuesta; puntualicemos más perversidades. Mientras más recaudan más disponibilidades hay para robar dinero público, mediante leyes a medida para propiciar esos robos que quedan impunes; o por medio de "favoritismos múltiples". Igualmente mientras más dinero disponen, más tienen para engordar el ejército de parásitos, sicarios y enchufados, que cada político mete en el erario público, como "pago a diversos servicios". Con gobiernos justos y austeros, considero que con la mitad de lo que recaudan, sobraría dinero... pero es claro, si hubiese verdaderas leyes penales  y se hicieran cumplir por jueces verdaderamente imparciales; pero todo ello, hoy, es soñar despiertos, la realidad es la que estamos viendo y padeciendo.  He escrito ampliamente sobre ello y en mi web tiene los artículos, que puede leer.

            Pero no se necesita ser muy inteligente, para analizar los derroches, malversaciones y mala administración que existe en todos los estamentos oficiales, sálvese el que pueda y donde, lo que impera es que cada año se gasta mucho más que en el anterior, cuando la lógica para un verdadero progreso, sería el reducir presupuestos y eliminara tanto parásito como engorda de ese dinero público, que al serlo, está en manos de depredadores sin escrúpulos, que son los que arramblan con todo lo que pueden y más y además lo hacen a cara de perro y sin sentir rubor alguno.

            Ya hemos visto en España, el incalificable hecho, de que incluso quienes apoyan al terrorismo, paralelo a todo ello; han hecho lo imposible y amedrentando a quien proceda, han terminado por imponer "listas políticas", cuya única política es llegar a un gran número de sillones, desde donde se va a disponer "legalmente", de cantidades inmensa de dinero, que van a emplear en lo que sabemos y lo que nos imaginamos.

            ¿El contribuyente? Pues a pagar sin rechistar y desde las altas sanciones administrativas, hasta todo tipo de impuestos, que mal administrados ya vemos en lo que acaban… o sea, en que cada vez el Estado es un depredador usurero, que exprime mucho y apenas nos da una mínima parte; es más, ni nos garantiza la seguridad de nuestros bienes, ni incluso la integridad personal puesto que pagamos más que nunca y sin embargo, estamos igualmente más indefensos que nunca.

            Pero es más; aparte de gastar y malgastar todo el dinero que reciben, no tienen bastante y "nos endeudan" (la deuda oficial es otra carga para el pueblo y ya están endeudados hasta nuestros biznietos, por nacer); pero es más; aún así, deben brutales cantidades y en mayoría terminan ejercicios con números rojos; y como ocurre en mi municipio, ya hay proveedor que ha cortado los suministros al ayuntamiento. Lo que es otro abuso, pues ellos pagan cuando quieren; por el contrario si usted o yo, nos retrasamos en un pago, ya sabemos… recargo, embargo e incluso ejecución judicial. ¿No dice la Constitución que todos somos iguales ante las leyes… por qué ellos no?

            De la forma que se gobierna en política; el más tonto de los nacidos… puede ser político, con mando y con todo lo que ello conlleva hoy de privilegio e irresponsabilidad… ¿Alguien en su sano juicio entiende todo ello?... yo no.

 

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

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