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LA PRETENDIDA GRAN MEZQUITA EN CÓRDOBA

 

            Leo el texto siguiente y que fue publicado en noviembre pasado:

            "A la Junta Islámica le molesta que se informe de la gigantesca mezquita que se proyecta construir en Córdoba. Le moleste o no a la Junta Islámica (que ha intentado llevar en secreto este asunto hasta que Monseñor Blazquez lo ha aireado), hay en este momento un proyecto en marcha, conocido como Medinnat Assalam, para construir en Córdoba la segunda mayor mezquita del mundo tras la de la Meca, una replica de la mezquita omeya. El proyecto incluiría además de la mezquita, un hotel y dos escuelas coránicas en un terreno de 11.000 metros cuadrados en las afueras de Córdoba. Los primeros pasos hacia este objetivo ya se han dado. Se tiene constancia de que a través de personas interpuestas, una de ellas muy conocida, se han adquirido ya los terrenos. Detrás de estos compradores se encuentran varios grupos islámicos con gran actividad en Sevilla y Granada e integrados principalmente por españoles conversos".

            No es nada nuevo, el señalar que el Islam, lleva bastantes años "invadiendo Europa"; tan es así que incluso una famosa y arriesgada escritora italiana (Oriana Fallaci), recientemente fallecida y en su libro "La fuerza de la razón" y tras largas explicaciones que justifican el mismo; llega a vaticinar que ya nuestro continente se denomina "Eurabia". Sin llegar a ningún extremo, pero pensemos en el pasado, presente y futuro… y tratemos que no vuelvan a ocurrir todos los desastres que esta desgraciada humanidad ha soportado, por  culpa de las religiones y principalmente por las dos monoteístas principales; o sea, el Cristianismo y el Islamismo; en sus extremos.

            Supongo no hay que recordar, no sólo "los ríos, sino los mares de sangre, sufrimiento y todo tipo de latrocinios", que se han cometido (algunos grupos islamistas los siguen cometiendo en la actualidad) en el pasado y por todo ello; los gobiernos tienen la ineludible responsabilidad para procurar que ello no vuelva a ocurrir.

            Quiero decir primero, para evitar "malas interpretaciones"; que yo no practico ninguna religión; fui bautizado en la cristiana católica y simplemente sigo en ese bautismo, por cuanto considero que no me afecta en nada y para mi forma actual de ver el mundo, me es igual… sí que digo, que para mí, Cristo es de las primerísimas figuras de toda la historia del hombre, en los milenios en que se escribe ésta; claro que de parecida forma, lo valora el propio Mahoma en su libro sagrado, por lo que nunca entendí, ni comprendo ahora tampoco, el por qué de esos enfrentamientos entre religiones, cuyo Padre y profetas iniciales, son los mismos… "todos parten del Padre Abraham y de los diez mandamientos de Moisés". Influenciado grandemente por las prédicas verdaderas, del "verdadero Cristo"; soy partidario de la paz y la convivencia con cualquier hombre de cualquier raza o religión… es claro que pido reciprocidad. Bajo esos principios de civilización tolerante, opino.

Soy partidario de la total separación del Estado y las religiones (todas) y que sean los creyentes los que costeen sus templos y sus sacerdotes. Como persona de libre pensamiento; igualmente estoy de acuerdo en que cada cual pueda tener la adoración que quiera a sus dioses; pero dicho ello; yo soy partidario de que todo templo que no esté catalogado como monumento nacional y que por tanto haya pasado a la propiedad del Estado; pague una contribución al igual que usted o yo, la pagamos por nuestra vivienda y con arreglo al valor de la obra que la comprende; igualmente un impuesto comercial, puesto que en todos los templos cobran unos servicios "comerciales", sea bautizo, boda, o entierro; amén de otras ceremonias, propias de cada uno de los múltiples ritos religiosos. Igualmente el Estado, no debe autorizar capitales extranjeros, para hacer proselitismos religiosos; por lo que esos fondos deben ser incautados y pasar al tesoro público; así se evitan interferencias o "cosas peores", que entran con el paraguas de "lo religioso". Y sobre todo, imponer el que se pertenezca a la religión que se pertenezca, hay que respetar las leyes y costumbres de España (o cualquier otro país); por tanto ni un musulmán puede ir en chilaba a un colegio público; ni un monje budista con su túnica color azafrán, ni tampoco una monja o cura católico con sus vestimentas religiosas... luego en su casa,  o en su templo, que cada cual vaya como le de la gana... o incluso en plena calle. O sea, marcar normas de convivencia y que no señalen a unos de otros en nada... y el que no quiera ello, pues simplemente que se quede en su país de origen, o se vaya a uno de su religión... "Eso a mi entender, sería gobernar bien y no ir a favor o en contra de nadie".

            Y como cosa primordial; vigilar severamente; a todo propagador de fanatismos del tipo que sean; y mientras ello escribo, me acuerdo de un proverbio, precisamente de la "pétrea Arabia"… "Es más  importante una palmera datilera que cinco profetas".

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

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