28.12.07

Artículo de AGF para publicar y difundir: Gracias

LOS VIVOS Y LOS MUERTOS QUE NO QUIEREN MORIR

 

            El ser humano y en general; siente mucho miedo a la muerte, cuando no es terror imposible de aguantar. No acepta que tanto el nacer como el morir son dos hechos naturales, por muchas vueltas que se le de al asunto. Menos se acepta aquel viejo consejo del sabio filósofo (creo recordar que fue Marco Aurelio) el que más o menos, sentenció… "Mueras con pocos o con muchos años, nunca pierdes nada más que el último momento en que vives" (cito de memoria)… pero es verdad, rotundamente verdad; el corto momento en que paso de una palabra a la otra mientras escribo… "ese ya no vuelve más"; por tanto, el pasado, pasado es y el futuro puede acabar en otro momento después del que digo… o durar los años que Dios o "los dioses", tengan predeterminado; puesto que yo soy creyente y como tal, no me creo un juguete de La Creación ("marionetas de Dios, dijo Lutero"). Es más, creo firmemente en la trascendencia y por tanto en que esta vida que vivo, ha de continuar en otra, que tengo la esperanza en que sea mejor… "me importa un rábano lo que otros opinen sobre ello".

            Por todo ello y muchas cosas más; a medida que envejezco, suelo reírme mucho más; ya me reí de mí mismo y de ello hace bastantes años; y me estoy riendo ahora, sobre lo leído recientemente en uno de esos reportajes, curiosos y absurdos y que trata, sobre la momificación, la congelación y en definitiva, la conservación de un cuerpo que está destinado como toda la materia; a ser reabsorbido por la "Madre Tierra", que lo transformará en otros cuerpos, como lo ha venido haciendo desde tiempo en que ni se sabe… si hay continuidad en el ser verdadero… éste no es "ni la carne ni el hueso"; debe ser algo más y a lo que generalmente denominamos como alma o espíritu.

            Por ello mismo y hace mucho tiempo que yo deducí que "las habitaciones que ocupan los muertos"; mejor aprovechar sus materiales para los que quedan vivos; es por lo que tengo dispuesto ser quemado cuando llegue el momento (no tengo prisa) y las cenizas que queden, que sean esparcidas al viento y el recipiente  tirado a la basura.

            Por el contrario; aún quedan los que en vida y como los faraones, se preparan "su pirámide particular y a tenor con su fortuna y rango"; otros dejan dispuesto o incluso ya pagado, cosas así. "Un monje talilandés abandona este mundo (1973) tras haber llevado una dieta estricta que lo fue deshidratando paulatinamente. Ayunaba y meditaba; hasta que la debilidad le llevó a la muerte, quedando un cuerpo seco y arrugado (cuasi momificado ya) y que se puede contemplar en el monasterio, de la isla de Samui. Las momificaciones tienen una larga historia y no sólo la de las momias egipcias, puesto que pueblos primitivos de América, África y Australia las practicaban. Pero (y no se asombren) hay una empresa norteamericana, que, al más puro estilo faraónico, tanto para personas como para animales, ofrece la momificación; para lo que "sólo" hay que preparar un mínimo de 67.000 dólares. En Alemania hay otro "artista", que ha ideado un sistema denominado "plastinación" (de la que incluso presentó una exposición) y ya tiene en lista de espera, nada menos que 6.800 "futuros muertos". Otra empresa de USA ("tan avanzados ellos") establecida en Arizona (no sé si empleará algunas materias del terrible desierto). Ultracongela los cadáveres, por el módico precio de 150.000 dólares; es claro que la oferta o señuelo, "es fabuloso"; puesto que dicen que el cuerpo se mantiene de forma cuasi natural y en espera de que la ciencia avance y se le pueda volver a la vida; estos negociantes dicen  que ya tienen 77 clientes fijos y hay en espera otros 880 candidatos. Como verán, ni los faraones pudieron imaginar tanto; o mejor dicho; los sacerdotes de los faraones, que  (seguro) fueron los inventores de todos aquellos rituales (lean su historia que es enormemente curiosa) y los que desde sacarles "los sesos" (cerebro) con ganchos especiales, cortar las vísceras y depositarlas en vasos especiales (canopos); sumergir el resto del cadáver casi tres meses "en una sal especial", etc. etc. hasta hacerles creer en  su especial "juicio final" ante la balanza de la Justicia Universal… montaron el gran negocio, que les duró milenios; hoy no es necesario ni sacerdotes ni religión; los comerciantes laicos, saben bastante de la idiotez humana y cómo sacarles dinero en cantidad a aquel que lo tiene… el resto… pues ya lo estamos viendo; enormes cantidades mueren como mueren los perros hambrientos y abandonados por los hombres… "y todos los dioses", amén.

            Y hagan el favor de no reírse… "que lo de la vida y la muerte, es cosa muy seria"… pero natural, no lo olviden y mentalícense con tiempo, se vive así mucho mejor.

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen.ciudad.org (allí más)

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