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EMPRESARIOS OBREROS SINDICATOS Y POLÍTICOS

 

            Me escribe una lectora, que reniega de sus relaciones como miembro de un sindicato u organización obrera; a la que critica; y dice entre otras cosas, lo que sigue.

           "Por suerte o por desgracia yo he pertenecido, (nunca como liberada), y de hecho sigo pagando, a un sindicato. Hartita quedé de dejarme la piel y el tiempo para conseguir algo que luego favorecía a todos, a todos esos que, asustadísimos (o comodísimos), no querían saber nada de plantes, huelgas o dar la cara en negociaciones, pero que recogían las nueces encantados. Al final se quedaron aquellos que negociaban con la empresa lo que la empresa quería (cogestión pura y  dura) a cambio de alguna gabelilla para sí mismos. Y que para justificarse actuaban de pseudos partidos políticos. Pero eso era cuando había patrones y obreros. Hoy hay empresarios y trabajadores y la delgada línea de separación no está nada clara. Los autónomos, por ejemplo., son las dos cosas y si huelgan, o molestan al personal o sus pérdidas no les compensan, a menos que... Y ahí entra papá estado. Socialista en este momento, para más INRI. Y al que no se le cae de la boca la subvención pro-voto.  En fin… Mi mundo no es de este mundo".

            Todo este diálogo viene a cuento sobre las recientes "huelgas" de camioneros; en las que como en todo; hay quién no puede vivir y otros viven estupendamente, por cuanto dominan situaciones de privilegios, ampliamente comentadas en esos días y que fueron los primeros en aceptar "lo que les ofreció el Gobierno"; no así "los desesperados que al parecer y más solos que la una, aguantaron lo que pudieron".

            Por todo ello mi respuesta a esta descontenta sindicalista  fue la siguiente.            

            Sí... ambos soñamos mundos quizá imposibles; pues en este... "sólo funciona la panza, el bolsillo, el aparato sexual... y agarrar  poder y no soltarlo de por vida"; por ello es triste, la realidad que todo lo invade. La masa critica al político cuando le falta "pesebre"; de lo demás no se preocupa; critican igualmente a los políticos y lo que hacen... "sin  pensar que esos políticos son españoles y paridos por  madres españolas"; no por casualidad el mal que adolecen es endémico y alcanza a todos los partidos cuando les llega la hora de administrar el dinero público, al que se llega hoy a través del voto ... o sea que la mayoría que critican,  harían lo mismo o peor... "la paja en la viga que dijera Cristo"; no obstante los ilusos, seguiremos remando contra corriente... a mí  ello me ayuda a vivir. Siga usted pues en su sindicato y haga lo que pueda; quizá lleguemos a aquel "estado de justicia" que ya hace muchos siglos aplicaban unas tribus de la América del  Norte, donde en sus consejos de ancianos, cuando juzgaban el comportamiento de un miembro de la tribu, que "había hecho algo no del agrado de todos"… analizado a fondo lo que aquel individuo hizo; lacónicamente sentenciaban… "Cuando un hombre ha  hecho lo que puede hacer, no se le debe pedir nada más".

            Hagamos pues lo que podamos y rindamos cuentas no a esos consejos de ancianos, que hoy no existen (desafortunadamente: y así va la  justicia en  el mundo) si no a nuestro yo interior, "el que con justicia nos dirá"… si podemos dormir tranquilos o no, pues  podremos engañar a  mucha, mucha gente… pero a nosotros mismos nunca… jamás.

 

Antonio  García  Fuentes

(Escritor  y filósofo)

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