En aquellos tiempos en que yo fui niño y adolescente; nuestros mayores nos aconsejaban como es natural que "los que han vivido", aconsejen a los que están empezando a vivir. Hoy parece ser que, "los que aún ni han salido del cascarón", lo saben todo y son los que se creen con el derecho de enseñar a sus mayores; está claro el por qué el mundo está como está… "o sea boca abajo y camino de desintegrarse".
Pues bien, uno de aquellos consejos era el que indica mi titular; y lo de "una buena economía", es lo que sintetizaba mi buenísima abuela (el mejor economista de todos los que yo he leído u oído)… "Niño si ganas un duro, procura no gastar más de tres pesetas, guarda las otras dos, que seguro ten harán falta en el porvenir". Ella decía porvenir en vez de "futuro", pues esa palabra apenas la conocían las buenas gentes, su futuro era cuasi el día a día, y el porvenir era "el día de mañana", o sea lejano.
También nos enseñaban lo pernicioso del juego y que nunca se debe jugar con, o a dinero; puesto que aquello era un vicio ("reitero vicio y no enfermedad") pernicioso y que arruinaría a muchas casas o familias. De hecho el jugador empedernido o el igualmente bebedor empedernido, eran despreciados por las buenas gentes y nos los señalaban como algo horrible y en lo que no había que caer. No había contemplaciones, aquellos seres, eran simplemente indeseables y había que presentarlos tal cual eran, puesto que a nadie obligan ni a beber ni a jugar hasta arruinarse él y su familia… las hoy abundantes "drogas" duras, no eran ni conocidas, por tanto no sé lo que dirían de ello aquellas buenas gentes a las que me refiero y que ya están en el otro mundo, pero imagino su incomprensión del panorama actual, su horror, desprecio o repulsa a lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo cada vez más abundantemente.
Reflexiono hoy así, puesto que al leer un diario local, afirma el mismo que en la ciudad en que vivo, nada menos que un uno por ciento, es un "ludópata y sufre adicción a algún juego de azar"; o sea en lenguaje de aquellas buenas gentes; que están enviciados en el juego y que son jugadores empedernidos. Lo de "ludópatas", es una nueva enfermedad inventada, puesto que al ser así, necesita "médicos especialistas", para combatirla. Antes aquellas buenas gentes, la combatían con el desprecio y presentando al sujeto, como individuo degenerado y peligrosa su imitación; creían que la mejor medicina era llamar al pan, pan y al vino, vino y no andarse con contemplaciones; quizá fueran "un poco brutos", pero el miedo surtía su efecto y vivíamos mucho mejor y más tranquilos, sabiendo aislar socialmente al indeseable.
Pero hoy y pese a la crisis que dicen tenemos encima; el dinero debe de sobrar, puesto que también hoy en mi cotidiano paseo, observo lo que también es cotidiano, o sea que en "las tiendas o puestos", donde se compran boletos de todo tipo, hay abundancia de jugadores, que van a comprar su futuro en los múltiples juegos de azar que existen. También se gasta mucho dinero en bingos, máquinas tragaperras y en los casinos legales o "tapados", puesto que el juego ilegal o clandestino debe ser muy abundante.
El jugador quizá no sabe, que en el mejor de los casos, está jugando en juegos en los que un tercio de la cuantía, se lo llevan entre el que explota el juego y el Estado, que es el máximo beneficiario del dinero en el juego legal… "en el ilegal… sálvese el que pueda"; pero el juego y como negocio (gran negocio, mejor dicho) ha sido inventado para que quien más gane, sea el inventor del mismo y el Estado que lo interviene… "es claro que tocan premios "gordos"… pero es igual que si tiramos una "chinita" (piedrecita) en un recinto donde hay cien mil espectadores, bastante apretados… la chinita dará a alguno, los otros ni se enteran"… ¡Pero oh la ilusión de hacerse rico por un golpe de suerte!... claro que esa ilusión, se puede cubrir con muy poco dinero y jugando una vez por semana, en esas loterías en las que participan masas… y en la que a algunos, muy pocos; "les cae la china"… y entonces los explotadores del negocio, procuran que lo del "nuevo rico", lo sepan hasta los gatos de cada casa… "pues hay que fomentar el vicio del juego"… que como decían aquellas gentes y sin pelos en la lengua, era un vicio… hoy para muchos y al parecer… es una necesidad; en fin, allá cada cual con su dinero.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
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