¿CUANTO NOS COSTARÁ
Hace ya casi treinta años que realicé mi primer viaje a Francia, concretamente a París; luego he realizado otros. Observador que soy; lo primero que noté fue los muy altos precios que allí aplican a todo lo relacionado con el comercio; y al forastero, lo tratan más o menos como gráficamente indica el dicho español… "ave de paso, estacazo". Observé igualmente en mis viajes, lo mezquinos que suelen ser, no hay concesiones y todo tiene un precio. Llegué a sorprenderme, al permanecer sentado en una modesta terraza parisina, fumando tranquilamente un cigarro puro y antes de terminar de fumarlo, ya el camarero me estaba exigiendo una segunda consumición por cuanto según él, llevaba allí demasiado tiempo… sonriéndole, me levanté y le pedí me indicara los lavabos… "quería orinar allí antes de irme y así lo hice"; pues tras ello pagué la consumición y me terminé de fumar el puro, retrepado en una cercana esquina… viendo aquel miserable negocio, cuyo único cliente aquella tarde, era yo solo. Aquel pobre diablo no valoró, el que como mínimo yo le servía de "cimbel" para que otros posibles clientes, ocuparan sus muchas sillas y mesas totalmente vacías.
Observe el que visite "la dulce Francia", que allí las mesas en restaurantes, están no sólo medidas, sino milimetradas y en ningún lugar del mundo (he visitado bastantes países) llegas a estar tan estrecho e incómodo como en esos establecimientos franceses, donde te cobran (generalmente) precios bastante altos, cuando no abusivos.
Cenando en la estación de Burdeos, con mi esposa; en uno de sus restaurantes; observé que a partir de una determinada hora, cobrarían un sobre precio en más, por "servicio nocturno… o nocturnidad". Podría contar más cosas, pero ya es suficiente.
Tanta miseria: acostumbrados a la benevolencia, amabilidad, y obsequiosidad de España, me hizo acuñar la siguiente frase… "En Francia son capaces de esquilar los huevos y con los pelos que saquen, hacer brochas de afeitar".
Reconozcamos igualmente el orgullo francés, eso que se denomina chovinismo o patriotismo fanático, en relación a todo lo extranjero y que padecen nuestros vecinos galos; y entremos en el meollo de este artículo.
Recordemos las bravatas que se tiró el nefasto Zapatero muy recientemente y que lanzó a la cara de su actual presidente, Sarkozy, con aquello tan insensato de que… "en cinco años el gobierno zapateril pondría a España por encima de Francia en la renta per cápita"; cosa que le debió sentar como un tiro, al francés y los franceses.
Pues bien; tras todo esto, nuestro muy desprestigiado Presidente de Gobierno, nos quiere meter el que, "su amigo Sarkozy le ha regalado uno de los dos asientos que pertenecen a Francia, para estar en Washington el próximo día quince". ¿Alguien se puede creer tan monumental trola?... yo no, desde luego.
Internacionalmente no se da nunca nada a cambio de nada; menos va a dar Francia por todo cuanto digo y por cuanto, una cesión para "un político tan necesitado de notoriedad internacional como Zapatero"; se la harán pagar no a precio de oro, sino de platino o diamantes; puesto que los franceses ya han negociado… "hasta con el terrorismo"; recordemos que los trenes de alta velocidad son franceses y que aquello debió ser una imposición "política", que debe tener unas raíces tan profundas, que yo considero que incluso algunas llegarían hasta a los asesinos del terrorismo de
Entonces ¿Qué nos va a costar a los españoles la silla prestada al inútil Zapatero?... aquí (pienso) hay campo inmenso para verdaderos periodistas de investigación, así como para una responsable oposición política, si es que exite, puesto que aquí no es que exista gato encerrado… es que pueden estar encerrados… "todos los tigres que aún quedan vivos en Asia"… y antes o después, lo sabremos… pero mejor antes.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
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