5.12.08

Artículo de AGF para publicar y difundir: Gracias

BASURAS: AYER Y HOY

 

            Como quiera que ya soy bastante viejo, he vivido experiencias múltiples, puesto que y como suelo decir sintetizando; "pasé del medioevo a la era espacial, puesto que conocí desde el viajar en burra y acostarme a la luz de un candil… hasta conducir un modernísimo automóvil que lleva de casi todo; y desde el baño caliente en un lebrillo de barro, suministrado por una olla de agua cuasi hirviendo… hasta esos modernos grifos que te dan agua a la temperatura que quieras, a la hora que quieras y simplemente abriendo la llave". No soy una excepción, millones y millones como yo, lo pasaron.

            Lo de las basuras y su recogida, era desconocido en el pueblo de mis mayores y también en la capital de provincia en que nací y vivo. Recuerdo que siendo niño, las calles las barrían las amas de casa, cada cual su parte de calle y que luego regaban con el agua sobrante de fregar los portales; que la basura (entonces se decía la mugre) iba a parar al muladar de aquellos grandes corrales caseros, donde las gallinas picaban lo comestible y también de ello comía algún cerdo; y el resto y de forma natural se convertía en estiércol que era aprovechado hasta el máximo para abonar los campos.

            Ya en la ciudad, observé el primer "servicio de recogida de basuras"; que lo efectuaban hombres o mujeres, que no cobraban nada y que llevando de reata, a un burro/burra, mulo/mula, aparejados con grandes serones; también había algún carro no muy grande, tirado por cuadrúpedos; los que al ir recorriendo las calles a paso lento, iban voceando: ¡Niñas la mugre! Y al cansino y monótono grito, iban saliendo las mujeres con aquellos cubos de cinc, con "los desperdicios" (así se denominaban entonces) que eran recogidos y volcados en los serones o el carro, agradeciendo aquellos "mugreros" (así eran denominados) la diaria entrega, que ellos aprovecharían de la forma ya descrita arriba, puesto que todos poseían grandes corralones donde ir guardando aquella diaria recolecta, de en general productos orgánicos y biodegradables que así volvían al circuito natural de la tierra. Está claro que aquellos procesos y en los tiempos o épocas de las moscas, eran criaderos de estos molestos insectos y otros similares; por lo que aquello terminó por declararse ilegal y desapareció, cuando el municipio se hizo cargo de la recogida, previo pago de su importe y que hoy representa un costo considerable para la economía familiar; pues curiosamente lo de las basuras y "mugres", es uno de los más pingües negocios en España y sobre la base de ellos, se han formado capitales enormes; por lo tanto, lo que empezó siendo gratuito, ha terminado siendo como grandes minas de oro o diamantes… "cosas veredes Sancho que dijo el Quijote".

            Lo que no se ha logrado pese a las enormes cantidades que se gastan en ello, es el reciclaje de todas estas basuras y mugres, que crean verdaderos problemas a lo largo y ancho del mundo; por tanto los avances tecnológicos no supieron equipar a los pueblos con continentes biodegradables para tanto producto como se envasa y donde debieran (ya) haber sido prohibidos y superados, los plásticos, en especial esa enormidad de bolsas que invaden hasta los campos y que yo mismo y en un viaje, en que visité el norte del desierto del Sáhara… hasta allí, habían llegado cantidades destacables de horribles bolsas de plástico negro, que volaban sobre las doradas dunas de arena y que inexplicablemente para mí, allí estaban afeando el paisaje.

            También hoy nos invaden inmensas cantidades de folletos de todo tipo de papel impreso y que nos dejan en los portales de las casas, en los cristales de los automóviles, o nos entregan por la calle de forma masiva (cosa que debiera estar prohibida); viendo como la mayoría de ellos luego ruedan por el suelo y el viento esparce a su capricho; puesto que la inmensa mayoría de destinatarios, al verlos o cogerlos, ni se les ocurre el buscar una papelera o contenedor (muchas veces lejano al lugar, o inexistentes) para allí depositarlos; no digamos la cantidad de latas de cerveza o refrescos, de vidrio y otros etcéteras (bolsas de chucherías, paquetes de tabaco, excrementos de perro, chicles y…), que ensucian las calles y que en este aspecto, están mucho peor cuidadas que cuando aquellas mujeres barrían su parte de fachada… "los costosísimos sistemas de limpieza pública y pese a su diario afán, son impotentes para esa limpieza tan necesaria; la mugre nos invade mucho más que en aquellos tiempos medievales, de mi infancia".

            ¿No ha llegado ya el momento de estudiar todo esto y mediante los medios que sean, incluso las sanciones oportunas, tratar de corregirlos con la máxima eficacia? Claro que para imponer sanciones, primero hay que instalar contenedores y papeleras de forma masiva, para que el viandante colabore. "Multar para recaudar como nuevos impuestos, como ya se hace incluso a nivel estatal con las multas de tráfico, eso simplemente es un abuso más hacia el súbdito, que indefenso totalmente, sólo puede aguantar y protestar sin que lo escuchen".

            Finalmente decirles que la semana pasada estuve en Portugal visitando Lisboa y otras varias ciudades… y simplemente, los portugueses nos dan "sopa con honda"; están mucho más civilizados que  los españoles, en esto de la limpieza y el que lo dude, que vaya y lo vea, sobre todo alcaldes y demás ediles, sentirán la misma vergüenza que yo sentí… si es que les queda algo de sensibilidad.

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen.ciudad.org (allí más)

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