29.12.08

Artículo de AGF para publicar y difundir: Gracias

¿QUÉ NECESITAMOS PARA VIVIR CON CIERTA FELICIDAD?

 

            Recibo un correo en el que alguien sensible al drama que está viviendo la sociedad actual; me envía unos textos del reverendo Emmet Fox (Irlanda, 30 de julio de 1886 - Francia, 13 de agosto de 1951); reflejo a continuación algunos de ellos.

            "¿Qué es mas importante para nosotros, por ejemplo, respirar?
Sin embargo, rara vez nos detenemos a pensar en eso.  El aire fresco no cuesta un centavo, pero si nos falta, morimos en unos minutos.
Otra cosa sencilla, pero de gran importancia, es una sonrisa.  Una sonrisa no cuesta dinero, ni tiempo, ni esfuerzo, pero literalmente es cierto, que puede ser de importancia capital en la vida, si se practica cotidianamente.
Muchas personas perciben intuitivamente, que en la vida, las cosas más  sencillas son las más importantes, o si lo prefiere, que las cosas más importantes en la vida, resulta que son las más simples.
Ese es un descubrimiento muy profundo".

            Hace mucho tiempo que por mi parte;  deduje, que en este mundo, en esta pobre y muchas veces miserable vida, lo que cuenta más, son las pequeñas cosas, los pequeños detalles cotidianos, esas "mil" cosas que no cuestan nada o cuestan muy poco y que sin embargo transmiten felicidad y lo que es más importante; esa felicidad que se transmite rebota en el que la recibe y revierte en nosotros. Este mundo lo ha destruido  siempre el orgullo, la ambición desmedida, la avaricia, las ansias de poder… la irresponsabilidad, en definitiva el egoísmo  "estar siempre mirándose el propio ombligo y olvidarse de todos los demás".

            Por tanto (aunque también) no es sólo la sonrisa y el respirar. Hay que "bajar" a valorar mucho más y en su justa medida, desde los alimentos sanos, sencillos y asequibles a cualquier economía; al igual que el vestido, el calzado y en general todo lo que en realidad nos es necesario para vivir, sin pretender siempre ir en la forma en que se  nos ha inculcado idiotamente… "o sea, como aquel burro del cuento, que para que ande más deprisa, el arriero lo lleva hambriento y hábilmente le ha colgado una pértiga, de la que penden apetitosas verduras, pero a la distancia  suficiente en que el jumento, las puede oler pero nunca morder"… el animal es obligado precisamente por su animalidad, a aligerar el paso para comerse tan rico bocado; que es lógico… "nunca va a alcanzar". De alguna manera, gran parte de esa masa que hoy se queja, es por que idiotamente fue lanzada "por los hábiles arrieros", en una carrera para que alcanzaran ciertos "manjares o lujos", que nunca podrían alcanzar… y es por lo que muchos, hoy; se encuentran en tal estado de impotencia económica, a la que nunca hubieran llegado si de verdad, hubieran administrado bien sus fuerzas y trazado sensatamente las metas a las que podían llegar… otros lo hicieron y por tanto acertaron. Por ello no hay que echar culpas a nadie ajeno, cuando las culpas son los resultados de querer vivir en una burbuja y confiando siempre en algo incierto, que como la famosa "espada", siempre ha estado encima de los incautos… "hasta que el hilo se ha cortado… o  lo han cortado los hipotéticos arrieros que han provocado la catástrofe social que hoy existe para cada vez más incautos"… y el resultado a la vista está, "todo el castillo de naipes derruido".

            La comodidad necesaria y dentro de una cierta austeridad, siempre o casi siempre es (y fue) posible; las ambiciones hay que escalonarlas, moderarlas en lo posible, puesto que "a la hora de la verdad", es cuando el individuo ve que está solo, como casi siempre estuvo; solo que no supo verlo en su momento. Aquello de que "despacio se llega antes", es verdad; la mayoría de males por los que nos quejamos, nos los hemos buscado nosotros mismos, pero llegado el momento no lo reconocemos e… idiotamente… buscamos a otros culpables.

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen.ciudad.org (allí más)

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