7.12.06

EL AGUA COMO NEGOCIO E… IDIOTEZ HUMANA


Desde que en una costa turística española, se vendieron “latas cuyo contenido era Sol de España”… y si no existe otra idiotez más grande, ya puede uno creerse cualquier cosa; pero lo del “agua”, es ya como para troncharse de risa por el inmenso negocio que ya es, envasar agua: simplemente agua y vete a saber de qué tipo; puesto que conocido es aquel escándalo que provocara un agua (que desapareció del mercado) creo que “santanderina” y que se vendía por “toneladas” incluso en las farmacias; la que y debido “a las prisas”, llegaron a venderla bien “llenita de microbios perniciosos”.

A mayor escala, fue denunciado, creo que en Inglaterra (nada más y nada menos, que en el relamido R.U. de la G.B.) donde una enorme multinacional, entre otras “tonterías” (vendidas sobre la base de una masiva publicidad); fue denunciada y cerradas instalaciones, simplemente por que anunciaba agua mineral (“todas lo son, todas tienen minerales”) pero… “embotellaba y por barcos, agua de la red pública y que como todas las que lo son, son perfectamente potables y bebestibles”.

Yo mismo y en cualquier lugar en que he estado, salvo en algún lugar africano o de la selva mexicana… he bebido siempre agua del municipio u hotel, en que nada se decía de peligro (que ha sido la inmensa mayoría) de tomar “agua del grifo”. Es más, siento verdadero placer al beber agua de la tierra que visito, por cuanto entiendo; “es la sangre de aquella tierra y algo me llevo en mi organismo de ella”… nunca he sufrido nada que no sufriera en mi propia tierra madre (algún trastorno digestivo, que vete a saber el por qué vino). Debo decir igualmente, que por donde he viajado como agente de ventas y por las carreteras en que había fuente aledaña a las mismas (y que aquellos constructores de vías públicas; dejaban perfectamente encauzadas e instaladas de caños y bebedero para las caballerías)… bebía en ellas, e incluso en muchas ocasiones, me llevaba para casa una buena “garrafa” para beber, simplemente agua natural… “nunca me hicieron daño aquella infinidad de aguas”.

Está claro que en los tres lugares donde resido a lo largo del año, ciudad, costa y campiña; bebo agua “del grifo”, e incluso de pozo en la campiña; la que fresquita y un poco caliza, sale riquísima de las entrañas de la tierra a más de quince metros de profundidad y reitero… es un placer, beberla como sale de la goma de regar.

Debemos saber y otorgar la oportuna confianza (“que pagamos muy bien pagada a nuestros administradores municipales”) a la denominada “agua de la red pública”, puesto que ésta y por cuanto lo marcan las leyes de Sanidad… tiene que ser controlada constantemente, por técnicos titulados que tienen la obligación y deber de vigilar, sencillamente por cuanto si se produjera una epidemia; el coste para el Estado sería incalculable si se extendiera en grado incontrolable: simplemente por ello tienen que vigilarla y vigilarla bien. ¿Qué ocurren o pueden ocurrir “cosas”?... ¡Pues claro que sí!... ¡Al igual que pueden ocurrir en las envasadas! ¿Puesto que quién las controla y cómo lo hace?... como mucho (y lo dudo) lo hará igual que hace nuestro ayuntamiento y de hecho, estamos viendo y sufriendo cada dos por tres, los percances que surgen por el incontrol de tanto producto como comemos y bebemos… y que ya es normal todo ello… puesto que piense, que, salvo que los cultive usted y si posee semilla antigua… ¡Hasta el tomate que comemos, recibe productos químicos desde que nace hasta que medio maduro, te lo envían al mercado, para que aguante y no se pudra!... por todo ello, ni el tomate sabe a tomate, ni cualquier fruta a fruta y no hablemos del jamón… que como decía aquel sibarita… “Desde que inventaron el corta fiambres no sabe a jamón” (el resto no es reproducible aquí). Así es que “no haga el lila” y beba agua del grifo y sin miedo… “total para lo que nos echan cada día en lo que comemos… el agua es de lo que menos posibilidades tiene para envenenarnos”. Sea consciente y al menos en esto; confiemos en nuestros desacreditados ediles y resto de políticos; no malgaste dinero, pues vea “por donde va el agua”. Y no se guíe por lo que le digan “de que si adelgaza, o si le libra de esto o lo otro”, todo es publicidad y la hacen para que beba y consuma… Simplemente y como siempre se ha hecho, beba agua cuando tenga sed y no mas”.

“El mercado mundial del agua embotellada representa un volumen anual de 89.000 millones de litros y su valor se estima en 22.000 millones de dólares
(datos de 2003). El consumo mundial de agua embotellada aumenta a un ritmo
anual del 12%, es decir que prácticamente se duplica cada 6 años. Un negocio
redondo”. Datos tomados de publicaciones internacionales; ¿entiende el por qué?.

Y como final y ello es entendible hasta para el más tonto (“si es que alguno queda”)… “Vea lo que paga por un metro cúbico de agua (mil litros) que ya nos lo cobran a precios abusivos, puesto que es otro gran negocio para ayuntamientos y “monopolios que lo explotan”; y lo que paga por un litro de agua, que es similar a la otra… “y usted decide, al fin y al cabo es su dinero… no el mío”. Y un consejo, si tiene que edificar, dote al edificio y siempre de un aljibe para el agua de lluvia, es riquísima y su tratamiento es muy económico… “y nos lo legaron los árabes”; se supone que la técnica la saben, los modernos arquitectos.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)

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